Monseñor Pedro Torres, ya es nuevo Obispo de la Diócesis de Rafaela. De la celebración, en la Catedral “San Rafael”, participaron el gobernador Omar Perotti, el intendente Luis Castellano, el senador Alcides Calvo, Intendentes y Ptes. Comunales de la región, representantes de distintas instituciones y fieles

En la ceremonia de asunción también estuvieron presentes obispos de otras Diócesis del país, sacerdotes y diáconos. En primer lugar, en el atrio de la Catedral, Monseñor Torres fue recibido por el Administrador Apostólico y los Consultores, para entrar luego al templo y tener un momento de oración acompañado por diversos miembros de la Iglesia Diocesana. 

En su homilía, Monseñor Torres, agradeció a todos por los saludos y el acompañamiento que ha tenido desde su designación, aunque viendo los preparativos para mi llegada, siempre manifesté que a quien hay que esperar en este tiempo es a Jesús. 

Esperamos su espíritu porque El nos dijo que nunca nos iba a dejar solos. Jesús es nuestra paz y el amor misericordioso del Padre, remarcó el nuevo Obispo. Pero también recibamos a María, en cada uno de nuestros hogares, como ella recibió al pedido del Padre. 

Por otra resaltó la figura de Monseñor Zaspe, el primero obispo de la Diócesis y agregó que estoy acá porque fuí enviado y por eso quiero caminar con uds. a sumarme como hermano y pastor. Y si me preguntan que necesitamos, les respondo que pedimos un aire fresco que nos llene de Dios, necesitamos un nuevo Pentecostés, es decir la Iglesia necesita fuego en su corazón y palabra en sus labios. 

Monseñor Pedro Javier Torres es el séptimo Obispo de la Diócesis de Rafaela, creada el 10 de abril de 1961, a partir de la bula "Cum venerábilis", de Juan XXIII. La misma comprende los departamentos Castellanos, 9 de Julio y San Cristóbal, con una superficie de 38.320 kilómetros cuadrados y una población de 323.000 habitantes.

Según el Anuario Pontificio de este año, la Diócesis de Rafaela cuenta con un total de 43 sacerdotes y 31 parroquias; 13 diáconos permanentes, 6 seminaristas mayores, 27 religiosas y 38 centros educativos de la Iglesia.